Entrevista A Bruce Barnett, Criador De Gallos De Pelea.

Entrevista A Bruce Barnett, Criador De Gallos De Pelea.
– Estamos en Nauvoo, Alabama y quiero agradecer al Sr. Bruce Barnett su tiempo, su hospitalidad y disposición para realizar esta entrevista. ¿Cuántos años tiene usted dedicándose a los gallos, cómo empezó?
– “Me inicie en 1972, y empecé con gallos “kikiriquís”. Pero en realidad, mi gusto por las aves comenzó mucho antes. Unos amigos y yo teníamos “kikiriquís”; nos reuníamos todos los días en mi casa, para toparlos; competíamos entre nosotros, pero teníamos un amigo que era dueño de un gallo mitad “kikiriquí” y mitad fino. Entonces no entendía porqué él nos ganaba siempre; yo le pedía que me dejara cargar a su gallo, pero él nunca me dejaba… Después me fui a California, a terminar la escuela, y ahí conocí al Sr. Sims, tío de un amigo, quien me invitó a asistir a mi primer derby, en Arizona, y desde entonces quise ser gallero. Tendría entonces unos 14 años. Luego terminé la escuela y me fui a trabajar a la empresa local de trenes, donde conocí a mi esposa. Recuerdo que me casé un sábado, en 1972, y el lunes siguiente me compré mi primer gallo; ese día invité a mis amigos y nos quedamos todo el día contemplando al gallo y a las gallinas. Desde entonces estoy en esto”.




– ¿Cómo se inició como juez de arena?
– “Fui a jugar a un derby en 1974 ó 1975, y no me gustó ni cómo lo estaban llevando a cabo ni los jueces; entonces decidí que yo sería juez. Así fue como empecé”.

– ¿Dónde ha participado como juez?

– “Sólo fui juez local, nunca salí de aquí”.



– También fue por esa misma época cuando empezó el asunto de la caja, ¿no es así?

– “En 1979, conversaba con mis amigos; estábamos sentados, como ahora, mirando a los animales. Entonces ellos me preguntaron si mi hobbie resultaba rentable, si sacaba algo de dinero de los animales. Yo dije que sí, pero mi esposa decía que no. Así que puse 450 dólares en una caja; participé como juez, vendía huevo, animales y miel, para que no se me acabara el dinero y mi esposa no me corriera con todo y animales. Siete años después abrí la caja: había cinco mil dólares ahí. Entonces compré este lugar”.

– ¿Cómo obtuvo las primeras aves que le permitieron ver la crianza de manera más atractiva, más comercial; cuál es el origen de los primeros gallos que le generaron utilidades?
– “Empecé con Lacy Roundhead de George Wood, y patas verdes de MacLean Hatch”.


– ¿Trabajó para Carol NeSmith?

– “No. Yo le ayudaba a criar. Lo conocí cuando era juez; en ese tiempo Carol no tenía muchas aves, era un gallero pequeño; me pagaba cien dólares por gallo. Venía y escogía sus animales para llevarlos a jugar a los torneos locales. Luego de un año, nos asociamos; no teníamos muchos animales (cada uno tendría alrededor de 20 ó 30), pero generalmente ganábamos. En ese año no perdimos dinero; casi siempre regresábamos con más dinero del que habíamos llevado. Solamente nos fue muy mal una vez (creo que fue en Georgia); llevábamos gallos de 5, 4, 3 y 2 peleas ganadas, pero regresamos sin un solo triunfo”.


– ¿Cómo consiguió su Sweater?



– “Era del Sr. Roy Brady. Un amigo mío había conseguido animales de Sony Wear, quien a su vez obtuvo sus gallos de Brady.
– ¿Roy Brady de Mississippi?
– “Él mismo. En 1989 empecé a criar esa familia de Sweater, con sangres de Roy Brady, y también le compré un par de gallos a Othes. Es decir, no directamente de Brady, sino de lo que habían traído Wear y Othes”.
– ¿Qué familias cría ahora, aparte de los Sweater?
– “Radio, Gilmore Hatch y Kelso”.
– ¿Qué origen tienen los Radio?
– “Una parte viene de Roy Brady y la otra es de Johnnie Jumper”.
– ¿Y los Kelso?
– “Tengo dos sangres de Kelso: la de Cardinal Club y la de Jumper, que proviene del Sr. Robbie White”.
– ¿Cuáles son las características que busca en un semental?
– “Me importa de dónde vienen, por eso pongo atención a las características de sus padres, abuelos o tíos; me interesa la genética, la manera como jugaron las generaciones anteriores; después veo sus características: ojos rojos, bonita pluma, y que topen lo mejor posible, que tengan estatura media”.
– Y, ¿en el caso de las hembras?
– “Me fijo en que las gallinas no estén muy pesadas, ni muy altas ni muy chaparras, que tengan una estatura media. Tienes que escoger muy bien a las gallinas, porque si luego haces tus cruzas, los pollos pueden salir muy altos o muy chaparros”.
– ¿Qué método utiliza para criar, inbreeding o linebreeding?
– “Los dos. La raza que tengo ahora, con las siete gallinas y el gallo que te enseñé hace rato, fue resultado del linebreeding. Estoy haciendo mi sangre más abierta, para poder formar más familias a partir de una sola; por eso recurro al linebreeding, de ahí saco más animales porque tengo de dónde escoger para perfeccionar la sangre; todos son hijos del mismo gallo”.
– ¿Cuántos animales cría actualmente?
– “Este año voy a sacar como mil 500, unos 700 machos y las demás, hembras”.
– En el inbreeding, ¿cuántas veces recurre a la cruza de un animal?
– “A veces saco con la cruza de hija y padre, pero mi línea no se basa en eso, tengo una familia extensa, así que no necesito hacerlo; tengo de dónde escoger para realizar las cruzas”.
– En su experiencia, ¿cuántas veces consideras aparear al padre con la hija o la nieta?
– “Depende. Casi no lo hago, pero si lo haces, debes ser muy selectivo. El animal debe ser perfecto; mucha gente no entiende que también se debe seleccionar a la gallina, porque para hacer la cruza no sólo sirve que el gallo sea puro. Si no se preocupan también por la gallina, en vez de perfeccionar la sangre irán para atrás, la empeorarán”.


– Entonces, ¿es preciso ser aun más selectivo cuando se usa este método?
– “Así es. Mucha gente lo practica aunque el gallo tenga defectos, y en vez de perfeccionar su sangre, la contaminan. Por eso no me gusta utilizarlo; por eso tengo una familia muy extensa, para no tener que recurrir al inbreeding”.
– ¿Qué es lo que recomienda para mantener la sangre o la familia?
– “Si me pidieran un gallo para conservar la sangre, le mandaría un gallo marcado. Con ése, formarás más familias. Debes tomar al gallo y cruzarlo con una gallina (a la que llamaremos A). En otra jaula, debes cruzarlo con otra (B), y ahí ya tienes dos sangres, con base en apareamientos individuales. Y en un momento dado, alguna de las nietas puede aparearse con el abuelo (pero nunca cruzo nietos con la abuela). Esta cruza la realizo una sola vez. Entonces debes elegir la mejor; buscar gallinas y pollos perfectos, para mantener a tu familia con base en una selección rigurosa”.
– Cuando jugaba gallos, ¿usted los preparaba?
– “No. Carol era quien cuidaba los gallos, él era la mente del cuido. En Filipinas aprendió mucho, y después fue el que les enseñó a todos”.
– ¿Ha estado en México?
– “Sí. Carol y yo fuimos a Uruapan, Michoacán, y nos quedamos ahí una semana, a principios de los años noventa”.
– ¿Cuál es la diferencia entre un gallo que va a jugar a Filipinas y otro que va a jugar a México?
– “Es lo mismo. Lo importante es que se trate de un buen gallo. Si el gallo es bueno, puede jugar en cualquier parte, con cualquier arma, ya sea navaja filipina o de pulgada. Por eso tienes que criar gallos similares, casi idénticos, que tengan buen corte”.
– ¿Cuál es su prioridad: el corte, la clase, o la estampa del animal?
– “Deben tener todo: corte, estampa y clase”.
– Pero, ¿si tuviera que elegir…?
– “El corte. Eso es lo principal en un animal”.
– Si fuera a jugar a México, ¿cuál sería el tipo de ave que le parecería más adecuada para tener éxito?
– “Una cruza de Sweater con Kelso o Hatch”.
– ¿En qué proporción?
– “Tiene que ser mitad Sweater y mitad Hatch”.
– El alimento que les proporciona, ¿es comercial o usted lo prepara?
– “Yo lo mezclo”.
– ¿Qué contiene su mezcla?
– “50 por ciento pellet, hojuela de avena, trigo, maíz quebrado, semilla de girasol y comida para perro, cachorro, pues tiene un alto contenido en proteína; a eso le pongo una vitamina líquida”.
– ¿Cuál es la proporción de estos ingredientes?
– “Mezclo 50 por ciento de pellet, y la otra mitad la elaboro con un tercio de maíz quebrado y dos tercios de una mezcla que contiene: trigo, hojuela de avena, semilla de girasol y comida para perro”.
– ¿Cuál es el porcentaje de proteína que contiene esta mezcla?
– “Un aproximado de 20 por ciento”.
– Supongo que para los pollitos utiliza un alimento comercial…
– “Empiezo con el polvo esencial y después mezclo churro quebrado (pellet), dos bolsas de pellet por una de polvo, pero es comercial”.
– ¿Por cuánto tiempo administra este alimento?
– “Hasta las 4 ó 5 semanas. Luego preparo una mezcla de este polvo con el alimento que expliqué antes, el que le doy a los grandes, para que se beneficien con la vitamina liquida. Eso se los doy por la mañana; al medio día, les doy el polvo con la mezcla del pellet quebrado, y por la tarde vuelvo a darles la misma mezcla de la mañana”.
– ¿Cuántas veces al día alimenta a sus aves, una vez que ya están enjauladas?
– “Una vez en la mañana, un promedio de 4 onzas (113 grs.). Sólo los alimento a las 7 de la mañana y ya”.
– Recordaba lo que mencionó antes, sobre elegir al gallo y la gallina más perfectos, para formar una familia. Sin embargo, a veces ni siquiera eso garantiza la calidad de los pollos…
– “Así es. El hecho de escoger al gallo o gallina más fina no significa que éstos vayan a darte los gallos que esperabas. Eso depende, en realidad, de los resultados de la primera cruza”.
– ¿Y si esa cruza no funciona?
– “No necesariamente debes deshacerte una sangre. Si el gallo no es lo que esperabas, lo que yo hago es cruzar a las hijas con otros gallos, con otra familia, y esperar los resultados. A veces salen muy buenos. Lo primero es la paciencia. Algunos servirán y otros no, pero la sangre sigue ahí. A veces es preferible cruzar a los animales con otras familias, y no entre ellos mismos.”
– Es decir, debemos ser muy objetivos y no precipitarnos al tomar decisiones, sino esperar los resultados y decidir a partir de eso si debemos cruzar con alguna otra familia para tener buenos resultados. Por otra parte, ¿cuál es la mayor virtud que, a su juicio, debe tener un criador de animales?
– “El amor al animal; además, debe tener la visión del animal que quiere; debe saber lo que realmente quiere obtener y trabajar para criar eso que ha soñado”.
– ¿Plasma sus ideas en papel, escribe lo que piensa?
– “No, todo lo tengo en la mente. Un criador debe tener siempre en la mente cuál es el gallo que desea sacar, porque muchos criadores nada más sacan para vender. Mucha gente cree que si recurren a criadores famosos, a mí, a Carol… espera lo mejor. Pero alcanzar lo que uno quiere toma mucho tiempo, no es algo instantáneo. Además, un año que fue malo este año, no será mejor el año que viene… los gallos no se “vuelven” buenos; no funcionan así las cosas. Tienes que trabajar para ello, pero muchos no lo hacen. Yo puedo darles lo mejor que tengo, pero así no se trabaja. Lo que uno debe hacer es ser muy selectivo, encontrar las aves que queremos, trabajar duro, vencer las dificultades, las enfermedades, alimentarlos adecuadamente desde pollitos. Si no cuidamos eso, a la hora de jugar no servirán. Sin embargo, no son los animales, sino el que los crió, las condiciones en que se criaron, el espacio donde los tuvo, el clima, la falta de atención, el agua; todo eso influye para que la salud sea la adecuada. He enviado animales a Los Ángeles, California, pero mientras yo los crío aquí, con buen espacio, en áreas verdes, allá los tienen encerrados en cajas estrechas, en malas condiciones… y después dicen que los pollos no sirven.”
– Además, un criador debe poseer una sensibilidad especial para tratar a los animales, para escogerlos…
– “Mucha gente viene aquí y escoge a sus animales, pero no les dan buenos resultados; hay otras veces que los escojo yo, y les salen muy buenos, pero yo no puedo asegurarles nada; no puedo garantizarles que les saldrán buenos. El hecho de que yo los escoja no es garantía de ello”.
– Sin embargo, en México tenemos un dicho que reza: “La pólvora alemana no arde en manos de… torpes”…
– “Mucha gente tiene animales buenos, pero no sabe criarlos; les dan drogas, testosterona, equipos, etc., pero (según mi propia experiencia), si les dan todo lo que encuentran, a menos que sean vitaminas, en vez de ser bueno para el animal, será peor. Lo mejor es criarlos de modo natural. Si tienes animales buenos, debes criarlos bien desde pollitos, ponerles atención, cuidarlos bien; no se trata de atenderlos sólo cuando ya están grandes y los quieras jugar, pues entonces será demasiado tarde”.
– Hay un concepto que debo enfatizar y que, con frecuencia dejamos de lado. Se trata del hecho de que no todos tenemos las mismas habilidades. Si todos pudiéramos ser corredores de autos, ¿quien estaría de público?…
– “Así es. Aunque, siempre lo digo, contrariamente a lo que muchos piensan, yo no sé todo acerca de la crianza de gallos, no lo sé. Sé lo que quiero, lo que me ha funcionado y crío a mis aves con base en ello. Todos tenemos un talento… Lo importante es saber lo que uno quiere y porqué lo quiere. Por ejemplo, en esta región tenemos cardenales, pájaros rojos de los que también hay en California, y mi hermano me ha propuesto que agarremos una familia de hermanos y hermanas, y que podemos cruzarlos y cruzarlos hasta que quede una sola sangre y salgan iguales. Pero yo le digo que no podemos hacer eso, que los animales no tienen porqué ser iguales”.
– En efecto, en algunas especies puede lograrse cierta uniformidad y la sangre no se deteriora. Eso pasaba, por ejemplo, con las manadas de caballos salvajes, en la época de los pieles rojas. Un semental podía durar muchos años: era el padre, el tío, el abuelo, el bisabuelo… y la sangre no se deterioraba ni los animales se hacían más pequeños o débiles. Las cualidades perduraban.
– “Se puede lograr eso con los animales. Pero la gente se desespera luego de cinco, de seis años de trabajo, y empieza a decir que no sirven para nada, dejando a los animales en un rincón. Se necesita mucha paciencia, mucha dedicación para criar animales de excelencia. Para tener buenos gallos, se requieren años de estar sacando pollos y ver los resultados. Es decir, se ha intentado, pero luego de un tiempo, se detiene el proceso, la gente se desespera”.
– Creo que también intervienen las condiciones en que se crían los gallos. No es lo mismo que un gallo ande suelto en un espacio bardado, un acre por ejemplo, a tenerlo en una caja de un par de metros cuadrados. Quizá lo que necesiten los gallos, en ese caso, es contar con espacio suficiente.
– “Puede ser eso también… un gallo criado suelto será mejor que el que esté encerrado en una jaula. Así puede perfeccionarse una familia. Por otra parte, siempre son los más fuertes los que sobreviven, los que se quedan, los más débiles se mueren. Por eso tenemos que volver a la naturaleza.”
– De alguna manera, es como si criara a un niño dentro de este cuarto y a otro lo criara afuera, ¿quién de los dos se desarrollaría mejor?
– “Por supuesto. El de afuera, por razonas obvias. Aun si tienes los mejores gallos del mundo, si se los vendes a una persona torpe, que cree que es bueno llenarlos de drogas, equipos, etc., en el 90 por ciento de los casos, estas personas sólo consiguen dañar a los animales, matarlos… y luego le echan la culpa a uno. Para ser competitivo, se requiere paciencia y mucho trabajo, no nada más un año, sino siempre.”
– Es decir, no sólo se trata de tener buenas sangres, buenos animales, sino también de tener las habilidades necesarias para criarlas.
– Como alguien dijo, se trata de “tener verdadero amor por los gallos”, de cuidarlos, atenderlos, no administrarles drogas. Si una persona los cuida bien, si una persona ama lo que hace, puede ser capaz de sacar buenos animales incluso de una gallera de la que no sale nada… podría sacar animales tan buenos como éstos, o incluso mejores que los míos, porque esa persona tendrá dedicación y paciencia. Hay quienes se creen galleros por el simple hecho de comprarle gallos a cualquier criador, pero esto no funciona así. Por ejemplo, Carol no tenía gallos, y cuando iba con sus amigos a jugar los animales, y ganaban, cuando le preguntaba si ésos eran sus gallos, él respondía que no. No eran suyos, pero él los cuidaba, los preparaba. La gente debe tener el orgullo de ser gallero, como en México, que hay de galleros a galleros”.
– Por lo que he escuchado, los gallos le han dado muchas cosas positivas, pero ¿cuál es la mayor satisfacción que ha recibido de los gallos?
– “Primero, me gustan los animales y me gusta criarlos; los amo. He conocido a mucha gente por medio de los gallos, y también me ha ido muy bien en lo monetario. He sido muy feliz. Pero no sólo lo hago por dinero, me gusta criarlos. Salgo todas las mañanas a la misma hora y puedo estar con ellos, durante dos o tres horas, acariciándolas, revisándolas… es una experiencia muy relajante. Son parte de mi vida.”
– ¿Qué consejo le daría a una persona que empieza en los gallos?, ¿qué consejo consideraría de mayor valor para un principiante?
– “En primer lugar, debe estar seguro cuál es la sangre que le gusta, la que verdaderamente quiere tener. Si tiene pollos que en realidad no le gustan, no sacará nada de ellos. Le recomendaría que obtuviera de los mejores, de donde pueda, pueden ser Sweater, Hatch, Steward… los que sea, los que le gusten. Después deberá trabajar duro con ellos desde el principio, investigar, preguntar, asegurarse que tengan todo lo necesario, cuidarlos, mantenerlos lo más cerca de la naturaleza que sea posible. Ser siempre selectivo, cuidar su salud, su alimentación, pues eso es fundamental para poder tener buenos animales. Lo más importante es cuidar mucho la selección. Muchas personas crían sus animales desde pequeños, pero en la última etapa los descuidan y se viene todo abajo; también es preciso saber cuando el gallo está en su punto para pelear, y no meterlos al ruedo nada más porque sí, pues entonces sólo seríamos unos matagallos”.
– Estos gallos que menciona, los Steward, ¿de dónde proceden, cuáles son sus características?
– “Del padre de Gene Brown. Cortaban muy bien; a veces eran pintos, blancos por abajo, con la golilla blanca y patas amarillas”.