La Poderosa Mitocondria O ¿Por Qué La Gallina Es Más Poderosa Que El Gallo?
La antigua idea que una buena gallina reproductora vale en oro su propio peso, se considera, frecuentemente, como un “cuento de hadas” o quizá mejor como “cuento de galleros”. Cualquiera que piense así se preguntaría: ya que la madre y el padre contribuyen igualmente a la herencia del hijo, ¿cómo puede uno de ellos ser más importante que el otro? Sin embargo, quien quiera que haya tratado seriamente de producir gallos superiores de pelea, a través de la crianza selectiva, comenzará finalmente a sospechar que existe algo especial en una buena gallina reproductora. Parece ser que ciertas gallinas producen pollos superiores, si se aparean con un macho razonablemente bueno. El propósito de este artículo es presentar evidencia científica para apoyar la teoría que, en la herencia de los hijos,”la gallina es más poderosa que el gallo”.
¿Qué cualidades tratamos de producir?
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos. La situación es similar a la crianza de las gallinas pone-doras, en donde la única preocupación del criador es producir gallinas que sean productoras como ponedoras. A dicho criador poco le interesan las cualidades del gallo, excepto que debe producir buenas hijas.
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos. La situación es similar a la crianza de las gallinas pone-doras, en donde la única preocupación del criador es producir gallinas que sean productoras como ponedoras. A dicho criador poco le interesan las cualidades del gallo, excepto que debe producir buenas hijas.
En su excelente monografía, Harry Parr (Breeding the Gamecock, Publicada, privadamente, en 1992) ha enlistado las cualidades que buscamos, tratando de producir lo que él llama “el atleta perfecto”. Tales cualidades son: Velocidad, Poder, Estamina, Finura, Habilidad para cortar, Buena visión, Conformación apropiada y buen plumaje. Estas cualidades, bajo ningún punto, son independientes la una de la otra. Por ejemplo, un gallo muy lento puede que nunca logre tener el “chance” de mostrar su extraordinario poder y un gallo con visión defectuosa no es probable que corte tan bien como el que ve mejor. Con esto en mente, me gustaría enfocar el tema en las cualidades de la velocidad, poder y estamina como cualidades muy probablemente afectadas por la gallina reproductora, más bien que por el gallo reproductor. Estas tres cualidades están estrechamente conectadas con el “performance” (desempeño) de los nervios y músculos del gallo. Me concentraré en los músculos haciendo hincapie que algunos de los argumentos pueden aplicarse también a los nervios.
La contracción muscular y la mitocondria
Una exposición detallada del complejo proceso de la contracción muscular está más allá del propósito de este tema, aunque un breve y simplificado resumen es necesario para entender el rol especial de la gallina en la herencia de las propiedades musculares.
Los músculos consisten de atados de células alargadas, arregladas para formar fibras fuertes que están hechas para contraerse, produciendo gran fuerza. Se ha estimado que la tensión total que puede alcanzar, a través de todos los músculos en el cuerpo de un gallo de pelea, es muy cercana a las dos toneladas. La gran cantidad de energía requerida para la contracción muscular viene dado, finalmente, de la combustión controlada del alimento para producir alta energía química llamada ATP, cuya hidrólisis en la célula muscular es la fuente inmediata de energía necesaria para la contracción. La fuente de este ATP, lo cual gobierna la contracción, es un cuerpo en forma de bacteria llamada la mitocondria, la cual se ubica en el citoplasma de la célula. A la mitocondria se le ha llamado la central energética de la célula, ya que, a través de un proceso de Fosforización Oxidativa de los alimentos, produce el ATP requerido para energizar todas las funciones celulares incluyendo la contracción muscular.
Los músculos consisten de atados de células alargadas, arregladas para formar fibras fuertes que están hechas para contraerse, produciendo gran fuerza. Se ha estimado que la tensión total que puede alcanzar, a través de todos los músculos en el cuerpo de un gallo de pelea, es muy cercana a las dos toneladas. La gran cantidad de energía requerida para la contracción muscular viene dado, finalmente, de la combustión controlada del alimento para producir alta energía química llamada ATP, cuya hidrólisis en la célula muscular es la fuente inmediata de energía necesaria para la contracción. La fuente de este ATP, lo cual gobierna la contracción, es un cuerpo en forma de bacteria llamada la mitocondria, la cual se ubica en el citoplasma de la célula. A la mitocondria se le ha llamado la central energética de la célula, ya que, a través de un proceso de Fosforización Oxidativa de los alimentos, produce el ATP requerido para energizar todas las funciones celulares incluyendo la contracción muscular.
Los músculos que están continuamente activos, como los de las aves voladoras y los insectos, tienen una gran cantidad de mitocondrias, mientras que los músculos menos usados como el pecho de los pavos o los pollos tienen menor número de mitocondrias. No es sorpresa que el más grande y profuso número de mitocondrias se encuentra en los músculos de vuelo del colibrí. Los músculos del corazón son también, excepcionalmente, ricos en mitocondrias.
Cuando consideramos las cualidades de velocidad, poder y estamina, sin lugar a dudas estas características estarían estrechamente conectadas con la eficiencia de los músculos del gallo, y que esta eficiencia en turno depende grandemente de la mitocondria, al liberar energía en la forma de ATP para los sistemas musculares del esqueleto y corazón.
Cuando consideramos las cualidades de velocidad, poder y estamina, sin lugar a dudas estas características estarían estrechamente conectadas con la eficiencia de los músculos del gallo, y que esta eficiencia en turno depende grandemente de la mitocondria, al liberar energía en la forma de ATP para los sistemas musculares del esqueleto y corazón.
Las mitocondrias como organismos independientes
Se mencionó antes que las mitocondrias son similares a las bacterias.
Las mitocondrias contienen DNA, el material que lleva el código de la herencia de generación en generación. Pero el DNA mitocondrial es similar al DNA bacterial, y diferente al DNA nuclear de aves y mamíferos. El DNA mitocondrial no está asociado con histones. El aparato mitocondrial sintetizador de proteínas es sensitivo a los antibióticos antibacteriales. Todos estos factores apoyan la idea que las mitocondrias son de origen bacterial y que, a través del curso de la evolución, éstas se han asociado simbióticamente con las células de los animales más complejos. Además, las mitocondrias se autodividen, es decir, se replican ellas mismas, a través de una división independiente dentro de la misma célula, en el citoplasma, y produce sus propias proteínas bajo la dirección de su propio DNA.
Se mencionó antes que las mitocondrias son similares a las bacterias.
Las mitocondrias contienen DNA, el material que lleva el código de la herencia de generación en generación. Pero el DNA mitocondrial es similar al DNA bacterial, y diferente al DNA nuclear de aves y mamíferos. El DNA mitocondrial no está asociado con histones. El aparato mitocondrial sintetizador de proteínas es sensitivo a los antibióticos antibacteriales. Todos estos factores apoyan la idea que las mitocondrias son de origen bacterial y que, a través del curso de la evolución, éstas se han asociado simbióticamente con las células de los animales más complejos. Además, las mitocondrias se autodividen, es decir, se replican ellas mismas, a través de una división independiente dentro de la misma célula, en el citoplasma, y produce sus propias proteínas bajo la dirección de su propio DNA.
A través de estos principios, nace el concepto de la Herencia Materna que ocurre a través de los genes localizados en las mitocondrias. Las mitocondrias son los únicos organelos citoplasmáticos en los animales que contienen genes. El número de genes es muy pequeño comparado con el gran número de genes del núcleo de la célula.
Ya que el citoplasma de un óvulo fertilizado viene enteramente de la madre, todos los genes mitocondriales provienen solamente de la madre.
Ya que el citoplasma de un óvulo fertilizado viene enteramente de la madre, todos los genes mitocondriales provienen solamente de la madre.
Un rasgo debido al DNA mitocondrial es transmitido de una hembra a todos sus hijos, sin importar el sexo. Los machos no pueden transmitir ni mitocondrias ni rasgos mitocondriales a sus hijos.
No hay recombinación entre los genes mitocondriales como sí la hay en los genes nucleares. Por consiguiente, personas o animales distantemente relacionadas tendrán DNA mitocondrial idéntico, si éstos se relacionan enteramente a través de las madres.
Vemos, entonces, que las mitocondrias llevan su propio material genético y que pueden transmitir sus propias características a sus hijos. Parece probable, pues, que los factores relacionados con la eficiencia de la mitocondria, al facilitar la contracción muscular, estarían entre las características transmitidas en la herencia de la gallina a sus hijos.
Vemos, entonces, que las mitocondrias llevan su propio material genético y que pueden transmitir sus propias características a sus hijos. Parece probable, pues, que los factores relacionados con la eficiencia de la mitocondria, al facilitar la contracción muscular, estarían entre las características transmitidas en la herencia de la gallina a sus hijos.
¿En dónde interviene la Gallina Reproductora?
Solamente la gallina puede transmitir mitocondrias a sus hijos e hijas y, por consiguiente, solamente ella puede transmitir aquellos factores hereditarios, relacionados con la eficiencia de las mitocondrias, las cuales, a su turno, afectan la eficiencia muscular. La eficiencia muscular está estrechamente relacionada con las cualidades de velocidad, poder y estamina que nosotros, los criadores de gallos finos, andamos buscando.
La situación es, de alguna manera, análoga a la herencia del apellido en los humanos. Tanto los hijos como las hijas llevan el apellido de su padre, pero solamente los hijos pasan el apellido a su próxima generación. Si los hijos no reproducen, el apellido termina.
Solamente la gallina puede transmitir mitocondrias a sus hijos e hijas y, por consiguiente, solamente ella puede transmitir aquellos factores hereditarios, relacionados con la eficiencia de las mitocondrias, las cuales, a su turno, afectan la eficiencia muscular. La eficiencia muscular está estrechamente relacionada con las cualidades de velocidad, poder y estamina que nosotros, los criadores de gallos finos, andamos buscando.
La situación es, de alguna manera, análoga a la herencia del apellido en los humanos. Tanto los hijos como las hijas llevan el apellido de su padre, pero solamente los hijos pasan el apellido a su próxima generación. Si los hijos no reproducen, el apellido termina.
En el caso de la gallina, tanto los machos como las hembras heredan de la madre el DNA mitocondrial, pero solamente sus hijas pueden pasarlo a sus descendientes. El DNA mitocondrial de un gallo de pelea viene solamente de su madre y solamente las hijas lo pueden pasar. Cualquier característica heredada de músculos que dependan de cualidades heredadas a través de las mitocondrias dependerá solamente, pues, de la gallina.Los machos son irrelevantes a la herencia mitocondrial, como las mujeres lo son con respecto a la herencia del apellido. Sugiero, pues, que este hecho explica la dominación de la gallina en la producción deseada de las cualidades de velocidad, poder y estamina del gallo de lidia. Una buena gallina tiene buenas mitocondrias, las cuales transmite a sus hijos e hijas. Un buen gallo tiene también buenas mitocondrias, pero el gallo no puede transmitirlas a sus hijos ni a sus hijas.
Las razones bioquímicas en el sentido de que solamente la gallina transmite herencia mitocondrial son un poco complejas.Una explicación simplificada es que los cromosomas que cuentan para la mayoría de características heredadas, se localizan en el núcleo de la célula, mientras que las mitocondrias se encuentran fuera del núcleo, en el citoplasma de la célula.
El óvulo de la gallina tiene núcleo y citoplasma. El espermatozoide tiene cabeza, núcleo y cola y carece de citoplasma. Cuando el óvulo de la gallina es fertilizado por el espermatozoide del gallo, solamente el núcleo del espermatozoide penetra primero en el citoplasma del óvulo y después se fusiona con el núcleo femenino. La nueva célula fertilizada tiene núcleo fusionado y cytoplasma, siendo este último, el cytoplasma original del óvulo. El citoplasma, pues, es contribuido enteramente por la gallina. En otras palabras, en el proceso de fertilización, cuando el núcleo del espermatozoide y el núcleo del óvulo se fusionan, se forma una célula nueva llamada cigoto, el cual mediante un proceso de sucesivas divisiones celulares, va a dar lugar al nuevo individuo. Una célula se divide en dos; éstas dan lugar a cuatro, y así sucesivamente. En las primeras fases, la células recién producidas adquieren distintas características formas y funciones; las células del mismo tipo permanecen juntas para formar tejidos, y los distintos tejidos se asocian entre sí para formar órganos, hasta que, llegado el momento, aparece el individuo integrado por millones de millones de células similares a las de los padres por quienes fue concebido.
Conclusión
La idea que la gallina reproductora contribuye, más que el gallo, en la herencia del pollito, se muestra claramente a través de la herencia mitocondrial. Propongo pues que dado que las mitocondrias son elementos cruciales en el metabolismo celular, incluyendo el metabolismo de la energía del músculo, el “performance” (desempeño) dominante de la gallina en la crianza de gallos de pelea está documentada por la herencia mitocondrial.
La idea que la gallina reproductora contribuye, más que el gallo, en la herencia del pollito, se muestra claramente a través de la herencia mitocondrial. Propongo pues que dado que las mitocondrias son elementos cruciales en el metabolismo celular, incluyendo el metabolismo de la energía del músculo, el “performance” (desempeño) dominante de la gallina en la crianza de gallos de pelea está documentada por la herencia mitocondrial.
La antigua idea que una buena gallina reproductora vale en oro su propio peso, se considera, frecuentemente, como un “cuento de hadas” o quizá mejor como “cuento de galleros”. Cualquiera que piense así se preguntaría: ya que la madre y el padre contribuyen igualmente a la herencia del hijo, ¿cómo puede uno de ellos ser más importante que el otro? Sin embargo, quien quiera que haya tratado seriamente de producir gallos superiores de pelea, a través de la crianza selectiva, comenzará finalmente a sospechar que existe algo especial en una buena gallina reproductora. Parece ser que ciertas gallinas producen pollos superiores, si se aparean con un macho razonablemente bueno. El propósito de este artículo es presentar evidencia científica para apoyar la teoría que, en la herencia de los hijos,”la gallina es más poderosa que el gallo”.
¿Qué cualidades tratamos de producir?
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos. La situación es similar a la crianza de las gallinas pone-doras, en donde la única preocupación del criador es producir gallinas que sean productoras como ponedoras. A dicho criador poco le interesan las cualidades del gallo, excepto que debe producir buenas hijas.
La crianza de gallos de pelea es un caso típico de una crianza que busca solamente las cualidades del macho. Realmente no nos importa cómo resulta la gallina, con excepción a que debiera transmitir ciertas cualidades a sus hijos machos. La situación es similar a la crianza de las gallinas pone-doras, en donde la única preocupación del criador es producir gallinas que sean productoras como ponedoras. A dicho criador poco le interesan las cualidades del gallo, excepto que debe producir buenas hijas.
En su excelente monografía, Harry Parr (Breeding the Gamecock, Publicada, privadamente, en 1992) ha enlistado las cualidades que buscamos, tratando de producir lo que él llama “el atleta perfecto”. Tales cualidades son: Velocidad, Poder, Estamina, Finura, Habilidad para cortar, Buena visión, Conformación apropiada y buen plumaje. Estas cualidades, bajo ningún punto, son independientes la una de la otra. Por ejemplo, un gallo muy lento puede que nunca logre tener el “chance” de mostrar su extraordinario poder y un gallo con visión defectuosa no es probable que corte tan bien como el que ve mejor. Con esto en mente, me gustaría enfocar el tema en las cualidades de la velocidad, poder y estamina como cualidades muy probablemente afectadas por la gallina reproductora, más bien que por el gallo reproductor. Estas tres cualidades están estrechamente conectadas con el “performance” (desempeño) de los nervios y músculos del gallo. Me concentraré en los músculos haciendo hincapie que algunos de los argumentos pueden aplicarse también a los nervios.
La contracción muscular y la mitocondria
Una exposición detallada del complejo proceso de la contracción muscular está más allá del propósito de este tema, aunque un breve y simplificado resumen es necesario para entender el rol especial de la gallina en la herencia de las propiedades musculares.
Los músculos consisten de atados de células alargadas, arregladas para formar fibras fuertes que están hechas para contraerse, produciendo gran fuerza. Se ha estimado que la tensión total que puede alcanzar, a través de todos los músculos en el cuerpo de un gallo de pelea, es muy cercana a las dos toneladas. La gran cantidad de energía requerida para la contracción muscular viene dado, finalmente, de la combustión controlada del alimento para producir alta energía química llamada ATP, cuya hidrólisis en la célula muscular es la fuente inmediata de energía necesaria para la contracción. La fuente de este ATP, lo cual gobierna la contracción, es un cuerpo en forma de bacteria llamada la mitocondria, la cual se ubica en el citoplasma de la célula. A la mitocondria se le ha llamado la central energética de la célula, ya que, a través de un proceso de Fosforización Oxidativa de los alimentos, produce el ATP requerido para energizar todas las funciones celulares incluyendo la contracción muscular.
Los músculos consisten de atados de células alargadas, arregladas para formar fibras fuertes que están hechas para contraerse, produciendo gran fuerza. Se ha estimado que la tensión total que puede alcanzar, a través de todos los músculos en el cuerpo de un gallo de pelea, es muy cercana a las dos toneladas. La gran cantidad de energía requerida para la contracción muscular viene dado, finalmente, de la combustión controlada del alimento para producir alta energía química llamada ATP, cuya hidrólisis en la célula muscular es la fuente inmediata de energía necesaria para la contracción. La fuente de este ATP, lo cual gobierna la contracción, es un cuerpo en forma de bacteria llamada la mitocondria, la cual se ubica en el citoplasma de la célula. A la mitocondria se le ha llamado la central energética de la célula, ya que, a través de un proceso de Fosforización Oxidativa de los alimentos, produce el ATP requerido para energizar todas las funciones celulares incluyendo la contracción muscular.
Los músculos que están continuamente activos, como los de las aves voladoras y los insectos, tienen una gran cantidad de mitocondrias, mientras que los músculos menos usados como el pecho de los pavos o los pollos tienen menor número de mitocondrias. No es sorpresa que el más grande y profuso número de mitocondrias se encuentra en los músculos de vuelo del colibrí. Los músculos del corazón son también, excepcionalmente, ricos en mitocondrias.
Cuando consideramos las cualidades de velocidad, poder y estamina, sin lugar a dudas estas características estarían estrechamente conectadas con la eficiencia de los músculos del gallo, y que esta eficiencia en turno depende grandemente de la mitocondria, al liberar energía en la forma de ATP para los sistemas musculares del esqueleto y corazón.
Cuando consideramos las cualidades de velocidad, poder y estamina, sin lugar a dudas estas características estarían estrechamente conectadas con la eficiencia de los músculos del gallo, y que esta eficiencia en turno depende grandemente de la mitocondria, al liberar energía en la forma de ATP para los sistemas musculares del esqueleto y corazón.
Las mitocondrias como organismos independientes
Se mencionó antes que las mitocondrias son similares a las bacterias.
Las mitocondrias contienen DNA, el material que lleva el código de la herencia de generación en generación. Pero el DNA mitocondrial es similar al DNA bacterial, y diferente al DNA nuclear de aves y mamíferos. El DNA mitocondrial no está asociado con histones. El aparato mitocondrial sintetizador de proteínas es sensitivo a los antibióticos antibacteriales. Todos estos factores apoyan la idea que las mitocondrias son de origen bacterial y que, a través del curso de la evolución, éstas se han asociado simbióticamente con las células de los animales más complejos. Además, las mitocondrias se autodividen, es decir, se replican ellas mismas, a través de una división independiente dentro de la misma célula, en el citoplasma, y produce sus propias proteínas bajo la dirección de su propio DNA.
Se mencionó antes que las mitocondrias son similares a las bacterias.
Las mitocondrias contienen DNA, el material que lleva el código de la herencia de generación en generación. Pero el DNA mitocondrial es similar al DNA bacterial, y diferente al DNA nuclear de aves y mamíferos. El DNA mitocondrial no está asociado con histones. El aparato mitocondrial sintetizador de proteínas es sensitivo a los antibióticos antibacteriales. Todos estos factores apoyan la idea que las mitocondrias son de origen bacterial y que, a través del curso de la evolución, éstas se han asociado simbióticamente con las células de los animales más complejos. Además, las mitocondrias se autodividen, es decir, se replican ellas mismas, a través de una división independiente dentro de la misma célula, en el citoplasma, y produce sus propias proteínas bajo la dirección de su propio DNA.
A través de estos principios, nace el concepto de la Herencia Materna que ocurre a través de los genes localizados en las mitocondrias. Las mitocondrias son los únicos organelos citoplasmáticos en los animales que contienen genes. El número de genes es muy pequeño comparado con el gran número de genes del núcleo de la célula.
Ya que el citoplasma de un óvulo fertilizado viene enteramente de la madre, todos los genes mitocondriales provienen solamente de la madre.
Ya que el citoplasma de un óvulo fertilizado viene enteramente de la madre, todos los genes mitocondriales provienen solamente de la madre.
Un rasgo debido al DNA mitocondrial es transmitido de una hembra a todos sus hijos, sin importar el sexo. Los machos no pueden transmitir ni mitocondrias ni rasgos mitocondriales a sus hijos.
No hay recombinación entre los genes mitocondriales como sí la hay en los genes nucleares. Por consiguiente, personas o animales distantemente relacionadas tendrán DNA mitocondrial idéntico, si éstos se relacionan enteramente a través de las madres.
Vemos, entonces, que las mitocondrias llevan su propio material genético y que pueden transmitir sus propias características a sus hijos. Parece probable, pues, que los factores relacionados con la eficiencia de la mitocondria, al facilitar la contracción muscular, estarían entre las características transmitidas en la herencia de la gallina a sus hijos.
Vemos, entonces, que las mitocondrias llevan su propio material genético y que pueden transmitir sus propias características a sus hijos. Parece probable, pues, que los factores relacionados con la eficiencia de la mitocondria, al facilitar la contracción muscular, estarían entre las características transmitidas en la herencia de la gallina a sus hijos.
¿En dónde interviene la Gallina Reproductora?
Solamente la gallina puede transmitir mitocondrias a sus hijos e hijas y, por consiguiente, solamente ella puede transmitir aquellos factores hereditarios, relacionados con la eficiencia de las mitocondrias, las cuales, a su turno, afectan la eficiencia muscular. La eficiencia muscular está estrechamente relacionada con las cualidades de velocidad, poder y estamina que nosotros, los criadores de gallos finos, andamos buscando.
La situación es, de alguna manera, análoga a la herencia del apellido en los humanos. Tanto los hijos como las hijas llevan el apellido de su padre, pero solamente los hijos pasan el apellido a su próxima generación. Si los hijos no reproducen, el apellido termina.
Solamente la gallina puede transmitir mitocondrias a sus hijos e hijas y, por consiguiente, solamente ella puede transmitir aquellos factores hereditarios, relacionados con la eficiencia de las mitocondrias, las cuales, a su turno, afectan la eficiencia muscular. La eficiencia muscular está estrechamente relacionada con las cualidades de velocidad, poder y estamina que nosotros, los criadores de gallos finos, andamos buscando.
La situación es, de alguna manera, análoga a la herencia del apellido en los humanos. Tanto los hijos como las hijas llevan el apellido de su padre, pero solamente los hijos pasan el apellido a su próxima generación. Si los hijos no reproducen, el apellido termina.
En el caso de la gallina, tanto los machos como las hembras heredan de la madre el DNA mitocondrial, pero solamente sus hijas pueden pasarlo a sus descendientes. El DNA mitocondrial de un gallo de pelea viene solamente de su madre y solamente las hijas lo pueden pasar. Cualquier característica heredada de músculos que dependan de cualidades heredadas a través de las mitocondrias dependerá solamente, pues, de la gallina.Los machos son irrelevantes a la herencia mitocondrial, como las mujeres lo son con respecto a la herencia del apellido. Sugiero, pues, que este hecho explica la dominación de la gallina en la producción deseada de las cualidades de velocidad, poder y estamina del gallo de lidia. Una buena gallina tiene buenas mitocondrias, las cuales transmite a sus hijos e hijas. Un buen gallo tiene también buenas mitocondrias, pero el gallo no puede transmitirlas a sus hijos ni a sus hijas.
Las razones bioquímicas en el sentido de que solamente la gallina transmite herencia mitocondrial son un poco complejas.Una explicación simplificada es que los cromosomas que cuentan para la mayoría de características heredadas, se localizan en el núcleo de la célula, mientras que las mitocondrias se encuentran fuera del núcleo, en el citoplasma de la célula.
El óvulo de la gallina tiene núcleo y citoplasma. El espermatozoide tiene cabeza, núcleo y cola y carece de citoplasma. Cuando el óvulo de la gallina es fertilizado por el espermatozoide del gallo, solamente el núcleo del espermatozoide penetra primero en el citoplasma del óvulo y después se fusiona con el núcleo femenino. La nueva célula fertilizada tiene núcleo fusionado y cytoplasma, siendo este último, el cytoplasma original del óvulo. El citoplasma, pues, es contribuido enteramente por la gallina. En otras palabras, en el proceso de fertilización, cuando el núcleo del espermatozoide y el núcleo del óvulo se fusionan, se forma una célula nueva llamada cigoto, el cual mediante un proceso de sucesivas divisiones celulares, va a dar lugar al nuevo individuo. Una célula se divide en dos; éstas dan lugar a cuatro, y así sucesivamente. En las primeras fases, la células recién producidas adquieren distintas características formas y funciones; las células del mismo tipo permanecen juntas para formar tejidos, y los distintos tejidos se asocian entre sí para formar órganos, hasta que, llegado el momento, aparece el individuo integrado por millones de millones de células similares a las de los padres por quienes fue concebido.
Conclusión
La idea que la gallina reproductora contribuye, más que el gallo, en la herencia del pollito, se muestra claramente a través de la herencia mitocondrial. Propongo pues que dado que las mitocondrias son elementos cruciales en el metabolismo celular, incluyendo el metabolismo de la energía del músculo, el “performance” (desempeño) dominante de la gallina en la crianza de gallos de pelea está documentada por la herencia mitocondrial.
La idea que la gallina reproductora contribuye, más que el gallo, en la herencia del pollito, se muestra claramente a través de la herencia mitocondrial. Propongo pues que dado que las mitocondrias son elementos cruciales en el metabolismo celular, incluyendo el metabolismo de la energía del músculo, el “performance” (desempeño) dominante de la gallina en la crianza de gallos de pelea está documentada por la herencia mitocondrial.